¿Como aprender a estar sola de nuevo?

Quedarse sola es una experiencia muy abrumadora y volver a ser una mujer soltera…algo muy extraño…

¿Por qué?

Porque después de estar “acompañada” durante tanto tiempo, se convierte en la forma de ser y estar en el mundo. Estás acostumbrada a moverte y convivir entre matrimonios y parejas parecidas, círculo al que dejas de pertenecer de un momento a otro cuando te separas; haciéndote sentir excluida, como si ahora fueras diferente…como si todo el mundo te señalara y supiera que te acabas de separar.

Somos seres sociales por naturaleza, tenemos grabado en nuestro ADN la necesidad de pertenecer y de vivir en común-unión. Porque llegamos como hijas a un mundo habitado, dependientes del amor y cuidado de nuestros padres para adaptarnos y sobrevivir, y desde que la vida nos fue regalada, estamos en constante relación e interacción con los demás. Amar y ser amadas es sin duda la mayor experiencia de gozo humano.

Por eso nos cuesta tanto la soledad…nos da miedo el abandono, quedarnos solas y que nadie nos vuelva a querer. A esto se le suman nuestras creencias, esas que te dicen que no es bueno que la mujer esté sola, que no es bien visto que ande sola. Pensamientos que producen un dolor desgarrador cuando, al poco andar, tu ex marido aparece con pareja nueva, haciendo mucho más duro y difícil que logres interpretar y aceptar tu soledad como algo positivo.

Sin embargo y aunque te cueste creerlo, lo que te provoca mayor resistencia a estar sola es la evidencia de tu propia humanidad, es el temor a conectarte contigo misma, con quien eres, con tus carencias y necesidades, con tu historia, tu vulnerabilidad…con tu verdad.

Por eso me parece justo y necesario que te tomes un tiempo para estar contigo misma, que te des la oportunidad de vivir el proceso de transición que implica tu separación y tu pérdida. El tiempo es necesario para tomar consciencia, reflexionar y dimensionar lo ocurrido, para procesar y aceptar, para lograr perdonar y reconstruir desde los aprendizajes. Estar sola te permitirá focalizarte en ti, en tu proceso de adaptación a la nueva realidad y te posibilitará explorar nuevas rutas, para lograr una redefinición de tu vida y de tu familia. Así podrás soltar el pasado, disfrutar de un presente y construir un mañana con esperanzada e ilusión, reinventándote desde lo que te haga sentido y te apasione, con la libertad de elegir el camino que quieras seguir recorriendo.

Entonces, si miras la soledad como esa invitada inesperada y poco grata, seguro te pesará. Pero si la aprendes a ver como una buena compañera de ruta, necesaria en este momento de tu vida, será una soledad fecunda. Te hará crecer en sabiduría y dominio de ti, te ayudará a conocerte, aceptarte y quererte de un modo diferente.

Una mujer me dijo una vez …

¿Por qué las personas creen que logras rehacer tu vida cuando vuelves a tener pareja? Yo hace rato que re-hice mi vida y sigo sola… trabajo en lo que me gusta, tengo muy buenas amistades, mis hijos están bien y soy feliz”

¡Abraza tu soledad y dale tiempo para que haga su trabajo!

¿Cómo aprender a estar sola de nuevo?

Comprende que “estar sola” no significa que tengas que ser una “mujer solitaria”.
Cultiva tus amistades. Las buenas amigas son tu cable a tierra, te ayudarán a mirarte y ser más objetiva.
Aprovecha los momentos en que estás sola para descansar y regalonearte.
Aprende a ser independiente. Da pequeños pasos y celebra las victorias.
Trátate bien a ti misma, que lo que te digas sea inspirador.
Regálate momentos para recargar pilas, crea nueva historia personal y familiar.
Deja de culparte por los errores cometidos, seguro hiciste lo mejor que podías en ese momento.
Aprende a perdonarte y perdona a los que te hirieron.
Deja de preguntarte por el pasado que te paraliza y vive el presente.
Crea tu propio futuro.

Te aseguro que con el paso del tiempo irás reconociendo lo bien que puedes estar sola… sin él. Y cuando las penas y preocupaciones te opriman el corazón y las añoranzas del pasado quieran quitarte la tranquilidad, tus amigas y los tuyos te recordarán (como a mí en su momento) lo bien que estás, lo valiente y fuerte que has sido para lograr seguir adelante a pesar de las penas y el dolor. Seguro te dirán que estás diferente, más radiante, que has vuelto a sonreír y que estás muy linda.

Ese será un momento memorable, un momento para celebrar… ¡habrás aprendido a vivir contigo!

Un abrazo