Denise

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Lo que encontré en Claudita en el primer momento que la conocí fue una calidez amorosa que me hizo sentir que ella era capaz de ver en todo el sentido de la palabra el profundo dolor que llevaba a cuestas y me acompañaba por tanto tiempo.

¡Esto es tan importante para creer y confiar en alguien que está ahí para ayudarte!

Creo que sentir que alguien puede visualizar tu sufrimiento y el sentirse comprendida es la columna vertebral para que una terapia funcione. 

Su trabajo en conjugación de su dulzura infinita me permitió ver los propósitos y metas propuestos para mi crecimiento y sanación de manera más cercana. Pude dejar de verlos tan lejos e inalcanzables, donde yo sabía que tenía que avanzar y completar logros, pero no veía la manera.

La Claudita me enseñó que muchas circunstancias no eran tan tremendas como yo las vislumbraba. Me mostró que debía partir por solucionar el día de hoy y programar el día de mañana con pequeñas metas concretas, sin ir mucho más lejos.

Me enseñó a quererme y a valorarme después del maltrato que recibí a lo largo de mi vida, que partió con mi padre y se repitió con el que hoy día es mi exmarido. Y puntualmente me sentí querida y valorada por ella.  

Ella me instruyó para protegerme y poner límites  

Durante la terapia la Claudia siempre fue muy concreta con estrategias prácticas y novedosas para la consecución de las metas que yo quería alcanzar. Me fue monitoreando en un principio, revisando cómo iba o porqué motivo no lo estaba logrando. Para esto, se basó en un análisis profundo de mi realidad y de mi forma de reaccionar ante ella. Me llevó a analizar cómo yo reaccionaba ante las circunstancias para decidir ahora cómo quería hacerlo en adelante. 

Me sorprendió tantas veces con un punto de vista inédito y una solución absolutamente novedosa para mí. ¡Fue una revelación para mí!  

La Claudita invita a mirar las cosas de manera diferente con el fin de promover tu crecimiento a través del entendimiento. Un entendimiento amplio sobre ti misma que te lleva a comprender por qué nos afectan las cosas de la manera que lo hacen, el cómo y porqué reaccionamos de la forma que lo hacemos. 

Entenderlo trae mucha paz, la paz que da el comprender ….

Ella me enseñó a “observar” a los demás para tratar de comprender por qué reaccionan de determinada manera, a ver qué es lo que hay detrás de manera muy realista. A analizar cómo yo tiendo a reaccionar ante tal o cual persona y circunstancia y qué me provoca. Esto con el fin de decidir ahora cómo quería desenvolverme.

Algo clave que me ayudó mucho fue el aprender a prever antes de que sucedan las cosas para que no me tomen por sorpresa, aprender a prever las reacciones de las personas para que no me desarmen.

De esta forma fui internalizando qué era lo esperable y así poder planificar y decidir cómo debía responder.

En definitiva, su terapia fue un camino que me ayudó a conocerme mejor, a perdonarme de lo que yo me culpaba, comprendiendo las cosas a la luz de las circunstancias que me rodearon. 

Ella me mostró cuáles eran mis fortalezas y mis debilidades para prepararme para este difícil ejercicio que se llama vida. Me condujo para observarme de una forma más realista pero esta vez con mayor paciencia y benevolencia.

Me ayudó a divisar cuál es el camino que debo tomar, donde yo tengo que tomar las riendas para “decidir “cómo quiero recorrer esta otra mitad de mi vida.

Todo esto se cierra en un círculo amoroso con la Claudita donde sentir su cariño y sentirme comprendida fue fundamental para creer que ella me podía ayudar, pero sobre todo fue clave, el que ella me hiciera creer en mí, en que yo tengo las herramientas para salir adelante y tener una vida más plena 

¡Gracias Claudita!

Tienes un gran don para ayudar y creo firmemente que de la mano de Dios a quien te encomiendas, hace que tu labor como sicóloga sea un gran gran aporte a las personas y especialmente a las mujeres en el dolor, que tan de fondo conoces.